lunes, 18 de febrero de 2008

Beso De Nieve (1ra. Edición)

Llegar a la nieve, observarla y sentirla es objetivo de todo esquiador que, al jugar con ella, nutre de alegría su espíritu. Este paréntesis en su vida daría, compleja, azarosa y nerviosa, encuentra en aquélla, paz y tranquilidad.
En los faldeos del cerro CHAPELCO está condensada toda la bondad de la Naturaleza. Está allí, esperando que la descubran y la gocen.
El texto que hoy ofrezco contiene tres integrantes básicos: la paisajística, el deporte del esquí y la cultura mapuche. Todo ello es patrimonio de este paraíso que se llama San Martín de los Andes, recostado en los faldeos del Chapelco y en el refrescante algo Lácar.
Allí transcurren dos vidas, distantes al principio, amalgamadas luego.
Es el encuentro del turista, llegado de la civilización blanca de ese paraíso. Con su vivencia y su porte, ésta conquista el corazón de aquél, lo atrapa con los encantos de su belleza y de su bondad. El “extraño” es un científico, ornado con los atributos de una civilización aventajada, que se rinde ante la humanidad de la maestra rural mapuche.
El “Beso de Nieve” es un ritual nacido en la cima blanca, junto a las nubes y cerca del cielo, donde el sol sabe incendiar corazones.
Pretendo que este ritual se torne costumbre, como hábito montañés entre los amantes de la nieve.

Sentires Del Alma

Todo es movimiento en la Naturaleza (“panta re” indicaban los filósofos griegos): explotan los volcanes; se embravecen las olas; resopla el viento; se mecen los bosques; se desliza la nieve; escurren los ríos; rumian y se expresan los animales; aletean las aves; brotan las plantas y flores… El Hombre deja segundo a segundo su inmediato pasado; con su conciencia conversa; los niños juegan y añoran; la mujer irradia belleza…
Y todo esto lo capta el corazón y no deja de palpitar… Y lo hace con palabras sencillas, como so las que en esta página se desgranan.
Las frases no son rebuscadas. Son simples, naturales, imitadoras fieles de la Naturaleza. Así quise interpretar el entorno que rodea la vida del Hombre en su peregrinar por su casa, la Tierra. En estas páginas no hay grandilocuencias. Hay tan sólo sentimientos que afloran y que aspiran a darse para que un magnánimo lector las asimile, comparta y sienta. Por eso para eso fueron escritas. Sintamos juntos, entonces: conversar es también acompañar el movimiento de la Naturaleza. Así, desde la primera estrofa hasta la última, estoy conversando contigo, generoso lector.

Beso De Nieve (2da. Edición)

Llegar a la nieve, observarla y sentirla es objetivo de todo esquiador que, al jugar con ella, nutre de alegría su espíritu. Este paréntesis en su vida daría, compleja, azarosa y nerviosa, encuentra en aquélla, paz y tranquilidad.
En los faldeos del cerro CHAPELCO está condensada toda la bondad de la Naturaleza. Está allí, esperando que la descubran y la gocen.
El texto que hoy ofrezco contiene tres integrantes básicos: la paisajística, el deporte del esquí y la cultura mapuche. Todo ello es patrimonio de este paraíso que se llama San Martín de los Andes, recostado en los faldeos del Chapelco y en el refrescante algo Lácar.
Allí transcurren dos vidas, distantes al principio, amalgamadas luego.
Es el encuentro del turista, llegado de la civilización blanca de ese paraíso. Con su vivencia y su porte, ésta conquista el corazón de aquél, lo atrapa con los encantos de su belleza y de su bondad. El “extraño” es un científico, ornado con los atributos de una civilización aventajada, que se rinde ante la humanidad de la maestra rural mapuche.
El “Beso de Nieve” es un ritual nacido en la cima blanca, junto a las nubes y cerca del cielo, donde el sol sabe incendiar corazones.
Pretendo que este ritual se torne costumbre, como hábito montañés entre los amantes de la nieve.