La 2º Guerra Mundial dejó una dosis de desazón en los pueblos pero, paralelamente, también la convicción de que había que recuperarse; y lo hizo con mucho esfuerzo y efectivos resultados. Se planificó una paz con mucho nerviosismo; pero a la postre está dando sus frutos: hay reacomodamiento de las apetencias y ansias de superación.Si la guerra fue mundial, mundial sería el acomodamiento en procura de un desarrollo sostenido. El aislamiento de las naciones quedó atrás. La ciencia y la tecnología están colaborando para que el género humano se sienta más unificado. Ahora, ya no es cuestionable que una nación haga esto o aquello. La universalidad acerca a los pueblos y la marcha hacia adelante se está haciendo compartida.
En este clima de pos guerra, que unos llaman “Era Tecnotrónica” y otros, “Tercera Ola”, la sociedad planetaria está atendiendo prioritariamente cuatro grandes temas: conflicto del Medio Oriente, colapso del imperio soviético, explosión balcánica y búsqueda de un nuevo orden mundial.
Éstos son los enfoques centrales que se explicitan en el texto que hoy se presenta a los lectores, no con la pretensión de elucubrar una exégesis o filosofía de los temas referidos.
Se explayan fácticamente para acompañar al lector en la compresión de hechos que son historia de posguerra y cuyo tratamiento se sigue como preocupación propia, como si todo esto ocurriera en su entorno físico y próximo. Los hechos positivos, de la mano de la ciencia y la tecnología, se expanden por el globo vertiginosamente y todos, de una forma u otra, son asimilados como propios. También los hechos negativos (enfrentamientos y conflictos), que obran como SOMBRAS que el siglo XX traspasa al XXI. Éste, aunque se abre esperanzado, no tiene elementos viables para DESPEJARLAS.
